Sevilla, 27 de octubre de 2016
En la sesión de hoy tenemos una dinámica activa súper divertida llamada los seis sombreros para pensar de Edward de Bono. El día antes Lola nos pidió que lleváramos a clase cartulinas grandes, que podían ser de los colores azul, rojo, verde, amarillo, negro y blanco, tijeras y pegamento.
Llegué a clase preguntándome de qué tratará hoy la dinámica con la que Lola nos sorprenderá, me encantan los jueves!!!
Enseguida supimos que el objetivo de las cartulinas era para hacer sombreros, rápidamente mi grupo de trabajo y yo nos pusimos a buscar cómo hacer un sombrero de cartulina?.
Como locos, todos nos pusimos manos a la obra, he de decir que a todos los grupos les salió bastante bonito, pero el nuestro...
QUEDÓ RELINDO!!!! 😍😘🙈🙉🙊
El método de los seis sombreros reproduce, de forma más sencilla, los procesos que tienen lugar en nuestra mente cuando tomamos decisiones, convirtiéndolos en algo sistemático y público. Para simplificar el pensamiento, este método propone que las cosas se atiendan una por una, y que todos los participantes se concentren coordinadamente en la que está siendo estudiada.
Así, no solo se facilita el cambio de actitud —para lo cual basta con pedir un cambio de sombrero—, sino que se organizan puntos de vista diferentes y se crea un mapa enriquecido para tomar mejores decisiones.
Cada sombrero simboliza una forma de ver, una manera específica de pensar, que no se preocupa tanto por describir lo ya ocurrido, sino que intenta vislumbrar lo que está por venir. Al tratarse de una convención aceptada, que responde a ciertas reglas concretas, el uso de los sombreros permite expresar libremente aquello que la racionalidad lógica de occidente tiende a censurar y, al mismo tiempo, contribuye a limitar y a darle un mejor uso a ciertas formas de pensamiento que son propias de dicha racionalidad, pero que por lo general suelen conducir a discusiones y confrontaciones infructuosas. Cuando los pensadores han incorporado las reglas de este método y el uso de los sombreros se ha convertido en una especie de lenguaje común, el ejercicio de pensar logrará deparar resultados maravillosos e imprevistos.
Así, no solo se facilita el cambio de actitud —para lo cual basta con pedir un cambio de sombrero—, sino que se organizan puntos de vista diferentes y se crea un mapa enriquecido para tomar mejores decisiones.
Cada sombrero simboliza una forma de ver, una manera específica de pensar, que no se preocupa tanto por describir lo ya ocurrido, sino que intenta vislumbrar lo que está por venir. Al tratarse de una convención aceptada, que responde a ciertas reglas concretas, el uso de los sombreros permite expresar libremente aquello que la racionalidad lógica de occidente tiende a censurar y, al mismo tiempo, contribuye a limitar y a darle un mejor uso a ciertas formas de pensamiento que son propias de dicha racionalidad, pero que por lo general suelen conducir a discusiones y confrontaciones infructuosas. Cuando los pensadores han incorporado las reglas de este método y el uso de los sombreros se ha convertido en una especie de lenguaje común, el ejercicio de pensar logrará deparar resultados maravillosos e imprevistos.
Durante esta sesión hemos confeccionado nuestro sombrero personalizado. Una vez realizado todos los sombreros por grupo hemos visto un vídeo sobre qué características se le atribuye a cada color del sombrero y a continuación hemos llevado una dinámica de clase en base a ello.
Cada sombrero representa un pensamiento, es decir, la persona tendrá que adaptar su pensamiento de una manera u otra dependiendo del color del sombrero que se ponga. Las características de cada sombrero son:
- Sombrero blanco: Hechos y números, práctico.Es optimista y siempre presenta un escenario positivo.
- Sombrero rojo: Respuesta viceral, sentimientos y emociones.
- Sombrero negro: Lógica, identidad problema.
- Sombrero amarillo: Lógica positiva, beneficios.
- Sombrero verde: Creatividad, alternativas, soluciones (parecido al negro).
- Sombrero azul: Frío, autonomía, responsable (reglas).